Sumérjase en la historia de los transelevadores en el almacenamiento. Conozca sus ventajas, sus retos y otras tecnologías emergentes que están transformando el sector.
En el dinámico ámbito del almacenamiento, la tecnología evoluciona constantemente para satisfacer las cambiantes necesidades del sector. Los transelevadores fueron pioneros en la automatización de grandes almacenes y en la transformación de los retos logísticos en procesos racionalizados. Sin embargo, a medida que avanza el sector, se ven eclipsados por una nueva generación de innovaciones. Este artículo explora el auge y la evolución de los transelevadores, sus limitaciones inherentes, dónde siguen siendo aplicables y cómo las nuevas tecnologías emergentes están reconfigurando el panorama del almacenamiento.
En lo más profundo de los inicios del almacenamiento automatizado, el transelevador surge como un ejemplo de automatización temprana. Funcionando principalmente dentro de los sistemas de almacenamiento y recuperación automatizados (AS/RS), estos gigantes informáticos eran, para su época, eficientes en la navegación por los amplios dominios de los almacenes, resolviendo eficazmente los enigmas del almacenamiento y la recuperación.
En la práctica, un transelevador es una máquina diseñada para almacenar y recuperar mercancías en grandes almacenes o centros de distribución. Imagine una estructura alta y vertical que se desplaza horizontalmente sobre raíles y verticalmente a lo largo de su mástil. Unido a este mástil hay un carro que se desliza hacia arriba y hacia abajo, equipado con mecanismos, a menudo horquillas, para recoger o depositar palés o contenedores. Toda la grúa cabe perfectamente en pasillos de almacenamiento estrechos, lo que le permite llegar a cualquier estantería o punto de almacenamiento de su zona operativa. Piense en ella como en un gran brazo robótico que puede maniobrar tanto en horizontal como en vertical para acceder a los artículos de un almacén.
Pensemos en un almacén de comercio electrónico a gran escala. Es época de vacaciones y los pedidos no paran de llegar. He aquí un escenario paso a paso que muestra el papel del transelevador:
1. Inicio del pedido: Un cliente realiza un pedido en línea de un juguete, un libro y un par de zapatos. El pedido se procesa en el sistema de gestión de inventario del almacén.
2. Asignación de tareas: El sistema informático del almacén recibe el pedido y determina dónde se encuentra cada artículo. Envía instrucciones al transelevador para recuperar los artículos.
3. Navegación: Aprovechando su sistema de navegación integrado, el transelevador se desplaza rápidamente por la ruta designada en el almacén. A diferencia de las carretillas elevadoras humanas, puede calcular rápidamente la ruta más eficiente.
4. Adaptabilidad en altura y profundidad: El juguete está situado en una estantería alta, el libro a media altura y los zapatos en cubetas a ras de suelo. El mecanismo telescópico del transelevador le permite ajustar la altura con precisión. Primero se extiende hacia arriba para agarrar el juguete, desciende ligeramente para agarrar el libro y luego baja más para recoger los zapatos.
5. 5. Recogida de artículos: Empleando sus brazos mecánicos o sistemas magnéticos, el transelevador recupera cada artículo y lo deposita en una bandeja o contenedor designado acoplado a él.
6. Entrega a la estación de embalaje: Una vez recogidos todos los artículos, la grúa los transporta a una estación de embalaje. Un operario u otro sistema automatizado se encarga entonces de embalar los artículos para su envío.
7. Reaprovisionamiento: Cuando el inventario de una estantería desciende por debajo de un determinado punto, el sistema de gestión de almacenes también puede ordenar al transelevador que reponga los artículos. El transelevador recoge los artículos de una zona de recepción y los coloca en los lugares de almacenamiento designados.
Puede parecer un proceso limpio y eficaz. Sin embargo, como ocurre con todas las tecnologías pioneras, los transelevadores, a pesar de sus innovaciones, se enfrentaron a retos a medida que la industria evolucionaba.
En los almacenes de antaño, los transelevadores funcionaban con una precisión notable en comparación con otros sistemas, gracias a los avanzados sistemas informáticos que guiaban sus movimientos. Deslizándose sin esfuerzo por los raíles, su movimiento de doble eje -vertical y horizontal- les permitía acceder a los artículos independientemente de su altura. De este modo, se aprovechaba al máximo la altura del almacén, lo que mejoraba la densidad de almacenamiento.
La introducción de estas grúas trajo consigo una serie de beneficios. Los almacenes ahora podían almacenar más en menos espacio, las operaciones se agilizaban y se reducían considerablemente los errores que solían atribuirse al descuido humano.
Pero, como todas las tecnologías, los transelevadores no estaban exentos de defectos. Su dependencia de un software complejo las hacía vulnerables a fallos del sistema, lo que podía paralizar las operaciones. Sus movimientos sobre raíles a veces planteaban problemas logísticos en los entornos más concurridos. Además, la fuerte inversión necesaria para su instalación disuadía a las operaciones más pequeñas de adoptarlas.
Estas limitaciones sugerían que, si bien los transelevadores suponían un salto adelante en el almacenamiento, el sector estaba aún a punto de experimentar nuevos cambios evolutivos para hacer frente a las limitaciones de los transelevadores.
A lo largo de los años, los transelevadores han experimentado una importante evolución para superar sus limitaciones iniciales y mejorar su eficacia en las operaciones de almacenamiento y logística. Sin embargo, estos avances han ido acompañados de retos persistentes que, a su vez, han impulsado el desarrollo de nuevas tecnologías.
Inicialmente, los transelevadores estaban limitados a funcionar de uno en uno dentro de un mismo pasillo. Esta limitación ralentizaba el rendimiento y reducía la eficiencia global del sistema de almacenamiento. Para hacer frente a este reto, los sistemas modernos de transelevadores han evolucionado para permitir el despliegue de varias grúas en el mismo pasillo. Este avance tecnológico, a menudo denominado tecnología "twin" o "multishuttle", permite que varias grúas trabajen simultáneamente en el mismo pasillo.
Los antiguos diseños de transelevadores se enfrentaban a limitaciones en términos de profundidad de almacenamiento, lo que restringía el acceso a un número limitado de posiciones de almacenamiento dentro de un mismo pasillo. En respuesta, los transelevadores modernos se han desarrollado con capacidades de alcance mejoradas, lo que facilita el acceso a ubicaciones de almacenamiento más profundas.
Históricamente, los transelevadores necesitaban pasillos relativamente anchos para funcionar con eficacia, lo que reducía la densidad total de almacenamiento en una instalación. Con el tiempo, las innovaciones en el diseño de los transelevadores han permitido reducir la anchura de los pasillos, lo que se conoce como configuraciones de "pasillo muy estrecho" (VNA). Estos pasillos más estrechos, a menudo facilitados por sistemas de guiado como el guiado por cable o la navegación láser, permiten a los almacenes hacer un uso más eficiente del espacio disponible. Sin embargo, incluso con esta mejora, siguen necesitando cuatro veces más espacio que los almacenes automáticos de cubos.
Los primeros diseños de transelevadores estaban limitados en cuanto a la altura a la que podían apilar mercancías dentro de un sistema de almacenamiento, lo que restringía la utilización vertical del espacio del almacén. Para superar este problema, los transelevadores modernos se han diseñado para alcanzar mayores alturas y adaptarse a configuraciones de almacenamiento más altas. Esta mayor altura de construcción es fundamental para los almacenes que buscan optimizar la utilización del espacio vertical manteniendo la accesibilidad a los artículos almacenados.
Aunque los transelevadores han evolucionado considerablemente para hacer frente a sus limitaciones, persisten varios retos:
Estas limitaciones persistentes han impulsado al sector del almacenamiento a explorar y desarrollar soluciones alternativas que ofrezcan mayor flexibilidad, mayor eficiencia y mejor relación coste-eficacia. Han surgido nuevas tecnologías para abordar estos retos de forma más exhaustiva y, en última instancia, tomar el relevo y remodelar el panorama de la automatización de almacenes. Aunque los transelevadores siguen desempeñando un papel en determinados contextos, la evolución de la tecnología de almacenamiento se ha visto impulsada por la necesidad de superar estas limitaciones persistentes.
Las limitaciones reconocidas de los transelevadores impulsaron a la industria a buscar soluciones innovadoras alineadas con las polifacéticas demandas del almacenamiento contemporáneo.
La siguiente generación de tecnología avanzada para almacenes es el almacenamiento en cubos AS/RS (sistema automatizado de almacenamiento y recuperación), cuyo pionero fue AutoStore. Este ha sido otro avance revolucionario en la historia de la tecnología de automatización de almacenes. Gracias a su diseño cúbico, ofrece la solución más eficiente del mercado en términos de espacio, lo que supone un ahorro de costes a muchos niveles. Debido a la velocidad a la que los robots pueden recuperar las ubicaciones de inventario y entregarlas a una estación de trabajo operada por un humano, actualmente es el AS/RS más rápido por metro cuadrado del mercado. Este sistema también tiene un tiempo de actividad global del 99,7%, una estadística muy difícil de superar para transelevadores y otros sistemas.
El sistema AS/RS de almacenamiento en cubo también ofrece una mayor flexibilidad en comparación con los sistemas tradicionales, como los transelevadores. Aunque se denomina diseño cúbico, no tiene por qué parecerse a un cubo de 1x1. De hecho, la rejilla de almacenamiento que contiene las ubicaciones de inventario puede ajustarse fácilmente alrededor de pilares, esquinas con formas extrañas e incluso en diferentes niveles de suelo. Mientras los Robots tengan un camino por el que puedan circular, y mientras el suelo sea plano, casi no hay límites en cuanto a la forma en que AutoStore puede llenar cada rincón del espacio de almacenamiento. Esto supone una enorme ventaja en comparación con los transelevadores tradicionales, que necesitan almacenes altos y al menos 4 veces más espacio (con el consiguiente coste inmobiliario) entre las estanterías para permitir el paso de las grúas.
Además, dado que los productos o SKU se colocan en varias ubicaciones de inventario, incluso si un robot se avería, otro robot de otra ubicación de inventario puede acceder al producto y ocuparse de él. Esto significa que no se producen costosas interrupciones en las operaciones ni en el cumplimiento de los pedidos, como podría ocurrir con los transelevadores y otras tecnologías más tradicionales.
En resumen, es evidente que los transelevadores tradicionales no son tan adecuados para dar soporte a la moderna ejecución de pedidos en línea, ya que ésta requiere una velocidad, una flexibilidad y un tiempo de actividad del sistema significativamente mayores.
Uno de los puntos fuertes indiscutibles de los transelevadores es su capacidad para manipular objetos pesados. Su robusta construcción les permite elevar y transportar cargas con las que muchas tecnologías contemporáneas podrían tener problemas.
Si aprovechar un espacio vertical alto es más importante que la velocidad, especialmente si las mercancías son grandes y pesadas, los transelevadores siguen siendo adecuados.
En conclusión, aunque las nuevas tecnologías se están imponiendo con sus características innovadoras, los transelevadores siguen haciéndose un hueco en el panorama industrial moderno. Su capacidad para manipular cargas pesadas las convierte en una opción viable para sectores específicos de la industria vertical. Las empresas que trabajan con artículos voluminosos o que desean optimizar el almacenamiento vertical pueden considerar que los transelevadores no sólo son relevantes, sino indispensables.
El almacenamiento ha sido históricamente un sector caracterizado por el progreso y la adaptación constantes. En fases anteriores, la introducción de los transelevadores marcó un hito importante, al ser pionera en la transición a la automatización y establecer puntos de referencia fundamentales para la eficiencia operativa dentro del sector.
Sin embargo, a medida que evoluciona el comercio mundial y aumenta la complejidad de la cadena de suministro, el sector del almacenamiento se ha visto obligado a seguir innovando. La dedicación del sector a la optimización y la eficiencia ha llevado al desarrollo de un nuevo conjunto de tecnologías. Basándose en las lecciones y conocimientos extraídos de sistemas anteriores como los transelevadores, estas herramientas modernas están diseñadas para satisfacer las necesidades polifacéticas y cambiantes de la cadena de suministro global.
Desde soluciones de software que ofrecen análisis en tiempo real hasta sistemas de hardware que permiten una recuperación más rápida y precisa de los productos, estas tecnologías ponen de manifiesto el compromiso del sector por ir por delante de los retos logísticos. A medida que la demanda mundial sigue evolucionando, el sector del almacenamiento está bien posicionado para adaptarse, aprovechando estos avances para garantizar una infraestructura ágil y eficiente.
Un transelevador es una máquina automatizada utilizada para la manipulación de materiales en almacenes, principalmente para el almacenamiento y la recuperación de mercancías en sistemas de estanterías.
Los transelevadores ofrecen una mayor eficiencia de almacenamiento vertical, pueden elevar productos pesados, mejoran la seguridad en comparación con un almacén manual y minimizan los daños a las mercancías.
Los transelevadores pueden clasificarse en función de su estructura y funcionalidad, e incluyen variantes de mástil único, mástil doble, horquilla telescópica y horquilla giratoria.
En los sistemas de almacenamiento y recuperación automatizados (ASRS), un transelevador es un componente que coloca y recupera cargas automáticamente de ubicaciones de almacenamiento específicas, optimizando las operaciones del almacén y la utilización del espacio vertical.