He aquí 5 preguntas para orientar su aplicación.
Hoy en día, la automatización y la robótica son motores clave del rendimiento y la innovación en casi todas las industrias, y las operaciones de almacén no son una excepción. Sin embargo, la madurez y la adopción de la automatización de almacenes siguen siendo bajas en la mayoría de las operaciones de todo el mundo. Pero la automatización de almacenes puede describir una variedad de tipos de tecnología, y las configuraciones pueden ir desde pequeñas soluciones de una sola aplicación que ejecutan una tarea hasta sistemas multitecnología muy complejos con integraciones avanzadas. Y si la madurez de la automatización de su organización es actualmente baja, todos estos factores pueden dificultar el inicio de un posible proyecto.
Puede que tengas un montón de preguntas que te hagan difícil saber por dónde empezar, por ejemplo.:
Pero hay cinco áreas clave que debe considerar y alinear internamente para ayudar a estructurar y enmarcar la planificación avanzada posterior.
En general, puede decirse que la automatización de almacenes repercute positivamente en la productividad y la eficiencia. Más concretamente, puede automatizar muchas tareas y flujos de trabajo habituales del almacén, como la preparación y recuperación de pedidos, o el embalaje y etiquetado. Pero cada operación es diferente, en función de la ubicación física y la distribución, los productos, el volumen de pedidos, etc. Algunas áreas y procesos operativos tendrán un impacto global mucho mayor en sus procesos que otros. Comprender y acordar las áreas en las que puede obtener mayores beneficios le proporciona un buen punto de partida para avanzar.
A partir de ahí, por ejemplo, puede empezar a determinar en qué factores de éxito querrá basar los KPI o decidir en qué categorías de tecnología de automatización debe centrar su presupuesto. De hecho, la automatización de almacenes no sólo puede mejorar la ejecución de tareas y la productividad. Puede utilizarse para maximizar la capacidad de almacenamiento, permitiéndole ofrecer más opciones (SKU ampliadas) y disponibilidad (mayor profundidad de existencias), o aprovecharse para el análisis de datos como apoyo a la toma de decisiones empresariales estratégicas.
Aunque la mejor forma de rentabilizar los flujos de trabajo y las tareas individuales dependerá de las características específicas de sus operaciones, etc., conviene situarlas en el contexto más amplio de su funcionamiento global. La tecnología de automatización puede utilizarse para tipos de tareas, pero esos tipos de tareas pueden darse en múltiples áreas operativas.
Puede empezar a utilizar una estructura básica para agrupar procesos y tareas por área de operaciones. Esto puede ayudarle a identificar mejor la combinación adecuada de tecnología para sus necesidades. Un ejemplo podría ser agrupar las tareas por:
Ahora debería ser más fácil examinar las tareas individuales de forma holística y comprender dónde se pueden obtener las mayores ganancias en las operaciones cotidianas. Como regla general, puede buscar tareas en las que la velocidad y la coherencia sean importantes, pero no haya valor por encima del nivel de competencia: piense en la captura de datos o en el almacenamiento y recuperación físicos de inventario.
Dicho de otro modo, piense en cómo puede aprovechar mejor la automatización para hacer más trabajo pesado de baja cualificación y liberar tiempo de los empleados para que se centren en tareas como el control de calidad, que requieren capacidades humanas únicas como la creatividad o la adaptación a situaciones nuevas. Las tareas peligrosas también son un buen candidato para la automatización, ya que mejora la seguridad y el bienestar de los trabajadores al tiempo que reduce los riesgos y los costes de seguros asociados.
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Ahora que tiene una lista de procesos y tareas que puede empezar a priorizar, puede empezar a trabajar hacia atrás para evaluar y encontrar la tecnología más adecuada. Los proyectos de automatización de mayor éxito combinan los dos tipos principales de automatización (automatización física -equipos mecánicos- y automatización digital o de procesos -software-).
Pero eso no significa que tenga que intentar implantar una automatización a gran escala de gran complejidad el primer día. Las mejores soluciones y proyectos se crean teniendo en cuenta la escalabilidad y la flexibilidad. Puede empezar por las áreas más críticas y desplegar la tecnología por fases, dentro de su proceso general. Esto le permite aprender y adaptarse a medida que avanzan su madurez y sus conocimientos internos.
Más allá de las operaciones propiamente dichas, toda automatización requiere, para su funcionamiento básico, una red in situ, junto con otras infraestructuras informáticas para el almacenamiento y procesamiento de datos. Esta infraestructura puede alojarse en las propias instalaciones o, cada vez más, fuera de ellas a través de proveedores de servicios en la nube.
Pero esto significa que, además de formar a su personal de almacén sobre las nuevas interfaces de usuario de los equipos, etc., posiblemente tendrá que desarrollar nuevas competencias técnicas para que las operaciones se desarrollen sin contratiempos.
Las ventajas de la automatización también pueden ampliarse a través de muchas otras tecnologías. Los datos de las tecnologías de automatización pueden revelar perspectivas y tendencias procesables y aprovecharse en los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP) para facilitar funciones como la previsión de ventas, el seguimiento de pedidos, el seguimiento de ingresos, la gestión de relaciones con clientes y proveedores, etc. Las redes del Internet industrial de las cosas (IIoT) facilitan la interconexión de muchos tipos de equipos mecanizados, electrónica, iluminación y software con diversos fines, como optimizar la eficiencia de los recursos para mejorar la sostenibilidad, o permitir el mantenimiento predictivo y reducir el tiempo de inactividad. Por último, la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (AM) tienen una sinergia natural con la automatización: la primera encuentra formas óptimas de ejecutar los procesos, y la segunda los ejecuta de forma fiable.
La automatización de almacenes no siempre significa destruir los procesos actuales y empezar de cero. Muy a menudo, se trata simplemente de hacer que un proceso existente sea más rápido y coherente. Esto significa que puede tratar de ampliar y optimizar lo que ya sabe que funciona. Esto puede ayudarle a planificar su estrategia de gestión del cambio, así como a empezar a trazar el amplio alcance técnico de una posible implantación.
Considerar estas áreas clave internamente desde el principio puede ayudar realmente a dar forma a los debates internos y ayudar a la alineación entre las múltiples partes interesadas. De este modo, estará preparado para pasar a una planificación más avanzada, con la oportunidad de establecer claramente las expectativas y prioridades compartidas antes de iniciar la planificación avanzada del proyecto.